martes, 14 de abril de 2009

Las vacaciones de Rocky

Los abuelos multimillonarios se fueron en taxi a una fiesta de disfraces, cuando Rocky se despidió de ellos vio que el conductor era como Juan Corazón, pero parecía tener un golpe en el ojo y que le hubiesen estripado el corazón, y la música decía “Cuando sienta el bum de este perreo intenso”.
También Rocky jugaba con Charly y Pepe por horas al escondite pero siempre ganaba Pepe porque tenía más ojos.
A mamá... a la mamá de Rocky, le gusta rezar con Miguelito en el baño disfrazada como si fuese a la fiesta a la que fueron los abuelos, y cuando son días de lluvia les gusta rezar más de lo normal. A veces cuando reza grita “pata de palo, pata de palo”, debe ser porque le da tristeza que la mesa de la cocina este rota y se tambalee tanto. Por eso Rocky vendió muchas cosas que no se usan y también la mesa en el jardín, un dinosaurio, un radio, la pata de Miguelito, una pantaleta de mamá que la compro Miguelito.
Una tarde entré al cuarto de mamá y encontré juguetes más divertidos que los míos, parecían submarinos y los sumergí en la poceta, se dañaron y Miguelito les compro unos nuevos a mamá.
Mientras Miguelito cocinaba, le encantaba cocinar, Rocky estaba en el patio de la casa, cuando de pronto llegó un mega gigante Tiranosaurio Rex y se comió toda la casa, a su mamá y a Miguelito de un solo mordisco, él solo veía todo y reía y reía, fue muy divertido.
A los pocos días reconstruyeron la casa y esos días llovió mucho, fueron muy aburridos para Rocky, Miguelito y la mamá rezaban desesperadamente en el baño y la única distracción era dispararle con el rifle de aire a Pepe (el chico que tiene muchos ojos) y a su hermanito mientras veían hacia el baño donde Miguelito y la mamá de Rocky rezaban, tienen tantos, tantos ojos y tan grandes que Rocky pasaba horas disparándoles.
La semana siguiente Rocky fue a casa de sus tíos, Lola y el Sargento Caníbal (así le llamaba a su tío que había participado en todas las guerras mundiales que ha habido) le encantaba escuchar las historias de guerra del Sargento Caníbal, de cómo cruzaba selvas y pueblos, eliminando a todos los que se le atravesaran incluso a sus amigos, hasta que llegaba el momento en que la tía Lola los llamaba a comer y luego de eso a jugar Legos con sus primos, no había nada mas fastidioso que ver a esos dos niños armando casitas y carritos y escribiéndole cartas a las niñas que les gustan, como deseaba Rocky que viniera un súper cocodrilo o el Tiranosaurio Rex que se comió a Miguelito y a su mamá y se los comiera a ellos también para regresar a jugar a su casa o con sus amigos.
Los días siguientes Rocky se sentía mal del estomago y no salía del baño, Miguelito y la mamá discutían afuera de que no tenían lugar para no se qué o no se que más, casi nunca se les entiende lo que dicen, usan palabras muy raras, pero bueno Rocky seguía en el baño y en el baño hasta que poco a poco se fue mejorando y pudo regresar a ver comiquitas y jugar afuera.
El día antes de comenzar clase Miguelito y Rocky fueron a alquilar unas películas, era muy difícil elegir porque las cajas de las películas no tenían dibujos sino puras letras y el todavía no sabe leer muy bien, él eligió dos del superhéroe más poderoso de todos, Batman que vuela y acaba con todos los malos y Miguelito llevó unas de esas películas fastidiosas que ve la gente grande, Agua de Chocolate y una que le dio mucha risa el nombre, se llamaba Jessie y las bomberas de fuego, si los bomberos apagan el fuego como van a ser ellos de fuego, que brutos. Y ya eso fue lo que hizo Rocky en sus vacaciones.
- Ve y toma asiento Juan, tu nombre es Juan no Rocky y antes de sentarte dame el número de teléfono de tu mama.
- Ya va profe yo tengo una pregunta para Juancito.
- ¿Cuál es tu pregunta Álvaro?
- Ajá ¿Juancito crees que mañana puedas traer los juguetes de tu mamá a la escuela?

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